Vacuna BCG (tuberculosis)

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa, causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. El órgano diana al que ataca son los pulmones.

Esta enfermedad causa muchas muertes en países pobres aunque existe en todo el mundo.

Se puede transmitir de una persona a otra a través de la tos. Una prueba para confirmar el contagio con esta bacteria es el Mantoux, PPD o prueba cutánea de la tuberculina.

Mantoux: Pasos a seguir:

1. Limpiar la zona de punción sin utilizar agentes desinfectantes.

2. Realizar la punción intradérmica.

3. Administrar 0,1 ml de la solución.

4. Observar y comprobar que se crea la pápula.

5. Marcar o rodear suavemente la zona de punción para su lectura posterior.

Pincha en el siguiente enlace para ver un vídeo sobre la técnica del Mantoux: watch

Existen dos formas de prevenir la tuberculosis, la primera evitando el contacto con personas que la padezcan y la segunda a través de la vacunación, en este caso la vacuna es la BCG. Esta última es la medida más eficaz.

Esta vacuna recibe el nombre de BCG porque contiene el bacilo de Calmette y Guérin. Es una vacuna viva pero atenuada en laboratorio para que no sea dañina para la persona que la pone.

La vacuna contra la tuberculosis se aplica habitualmente en aquellos países de bajo nivel socioeconómico en donde esta enfermedad es más habitual. Sin embargo, en España y en Europa Occidental esta vacuna solo se le administra a aquellas personas que tengan un riesgo elevado de padecerla. A pesar de estar comercializada en España a día de hoy es difícil de conseguir.

                                          

Se administra vía intradérmica, es decir, debajo de la piel, y lo más habitual es que salga un pequeño bulto después de administrarla.

Es una contraindicación vacunar a aquellas personas que padecen de tuberculosis o que la hayan padecido anteriormente, tampoco a las que están recibiendo tratamiento para esta enfermedad, a mujeres embarazadas ni si han dado positivo en alguna ocasión en la prueba del Mantoux. Y es muy importante consultarle a nuestro médico para saber si nuestro sistema inmunológico está lo suficientemente fuerte como para vacunarnos contra la tuberculosis.