Virus de la gripe
La gripe es una infección causada por diferentes virus, entre ellos se encuentran el A, el B y el C. Esta se transmite entre personas a través de secreciones a nivel respiratorio (hablar, toser o estornudar)
Los síntomas iniciales de la enfermedad son: fiebre y escalofríos, acompañados de dolor de cabeza, congestión nasal, molestias de garganta, malestar general, dolores musculares, pérdida de apetito y tos seca. Estos si no se tratan pueden dar lugar a complicaciones como neumonías, bronquitis, sinusitis u otitis.
La vacuna es de vital importancia puesto que, a pesar de que normalmente se trata de una enfermedad leve, puede llegar a ser de grave importancia e incluso mortal. Esta vacuna genera anticuerpos que proporcionan protección contra la infección unas dos semanas después de su aplicación y, dependiendo de las características de cada individuo, se administrará un tipo de vacuna u otra.
Según la Comisión Nacional de Salud Pública, se recomienda la vacunación antigripal a los siguientes individuos:
Todos estos grupos han de vacunarse cada año puesto que los anticuerpos generados en respuesta a la vacunación van disminuyendo con el tiempo y, como consecuencia, la protección disminuye.
A pesar de que se insiste en la vacunación contra la gripe, también debemos de tener en cuenta que, al igual que existe un grupo de personas a las que se le recomienda la vacunación, existe otro grupo de personas que no deben de ser vacunadas. En este grupo se encuentran:
Con todo, sigue habiendo gente que piensa que la vacunación no es efectiva e incluso se piensa que favorece a “que cojas la gripe”. Para ello, en el diario El Mundo, en su artículo "Todas las mentiras sobre la vacuna de la gripe" se han recopilado diferentes frases que se suelen escuchar y las han intentado desmentir.
Los síntomas iniciales de la enfermedad son: fiebre y escalofríos, acompañados de dolor de cabeza, congestión nasal, molestias de garganta, malestar general, dolores musculares, pérdida de apetito y tos seca. Estos si no se tratan pueden dar lugar a complicaciones como neumonías, bronquitis, sinusitis u otitis.La vacuna es de vital importancia puesto que, a pesar de que normalmente se trata de una enfermedad leve, puede llegar a ser de grave importancia e incluso mortal. Esta vacuna genera anticuerpos que proporcionan protección contra la infección unas dos semanas después de su aplicación y, dependiendo de las características de cada individuo, se administrará un tipo de vacuna u otra.
Según la Comisión Nacional de Salud Pública, se recomienda la vacunación antigripal a los siguientes individuos:
- Personas de edad mayor o igual a 65 años
- Personas menores de 65 años que presentan un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe
- Personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que tienen un alto riesgo de presentar complicaciones (p.ej. personal sanitario)
- Otros grupos (p.ej. bomberos, trabajadores de instituciones penitenciarias...)
Todos estos grupos han de vacunarse cada año puesto que los anticuerpos generados en respuesta a la vacunación van disminuyendo con el tiempo y, como consecuencia, la protección disminuye.
A pesar de que se insiste en la vacunación contra la gripe, también debemos de tener en cuenta que, al igual que existe un grupo de personas a las que se le recomienda la vacunación, existe otro grupo de personas que no deben de ser vacunadas. En este grupo se encuentran:
- Las personas con alergia al huevo
- Los niños menores de 6 meses
- Personas con fiebre
Con todo, sigue habiendo gente que piensa que la vacunación no es efectiva e incluso se piensa que favorece a “que cojas la gripe”. Para ello, en el diario El Mundo, en su artículo "Todas las mentiras sobre la vacuna de la gripe" se han recopilado diferentes frases que se suelen escuchar y las han intentado desmentir.
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