Conservación de las vacunas

Las vacunas al igual que la mayoría de los medicamentos, tienen su método de conservación. En caso de que no se respeten esas condiciones, esta no tendrá el efecto que esperamos que se produzca en el organismo e incluso puede provocar reacciones adversas.

Nevera para conservación de vacunas

En general deben conservarse en frío y evitando la luz, sin embargo, hay algunas que son más resistentes al calor que otras. Las vacunas formadas por gérmenes vivos son poco resistentes al calor, al contrario que las atenuadas que son mas resistentes. A pesar de ser más resistentes que las de gérmenes vivos éstas pierden la capacidad para inmunizar si si congelan.

Como normas generales debemos de saber que:

• No se debe colocar las vacunas en la puerta de la nevera porque es un lugar en el que la temperatura varía bastante. Esto se debe a que estamos continuamente abriendo y cerrando la puerta y, por ello, la temperatura no es constante.
• Ciertas vacunas son más sensibles a la luz que otras. Concretamente el sarampión, la varicela y la de la tuberculosis son las más fotosensibles.

Por lo tanto, en caso de formar parte del sistema sanitario las personas debemos fijarmos en los diferentes métodos de conservación para evitar que la efeicacia disminuya e incluso para prevenir pérdidas económicas.