Vacunas pasivas

Como se puede ver en la entrada "vacunas activas" podemos diferenciar entre vacunas activas y pasivas. En esta entrada nos centraremos en las pasivas. 

    Anticuerpo

El mecanismo de acción de estas es la introducción directa de anticuerpos en el organismo que se extraen de un suero inmune. Este suero proviene de un donante al que al extraer la sangre, se separan los anticuerpos de otras células contenidas en ella. Este tipo de vacunación no requiere un tiempo para que el organismo genere una respuesta inmunitaria sino que, una vez administrada, el cuerpo ya está protegido.

Las vacunas pasivas se emplea, sobre todo, en niños y en adultos que está inmunodeprimidos o que no les es posible la vacunación activa. Además de eso, se pueden administrar en personas que hayan estado en contacto con una enfermedad y que no se hayan vacunado. Esto les generará una respuesta prácticamente inmediata, no como en las vacunas activas (suele tardar 2 semanas). De esta manera, en caso de estar contagiado, el organismo poseerá los anticuerpos para acabar con la enfermedad.

Con todo, es preferible la vacunación activa en caso de que se disponga del tiempo para que actúe ya que las vacunas pasivas solo proporcionan protección a corto plazo.